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  • Foto del escritorPAPRYKA

La cumbia que no acostumbramos: La Delio Valdez



Foto por Belén Vallejos

Con un espacio plagado de colores, con sensacionales dibujos en sus paredes, esculturas

hechas de materiales reciclados y un estilo rústico y alegre, el domingo dejó de ser monótono para mancharlo con un poco de música.

Con un ambiente de lo más familiar y amigable, el Konex le dio la bienvenida al ritmo que a

veces acostumbra a compartir; la Cumbia. Cuando se nos nombra esa palabra, es casi

imposible no pensar en la cumbia convencional que conocemos, pero esta vez vamos a

colgarnos del estilo desde una perspectiva diferente. Se sabe que la Cumbia, por más que a

veces parezca que suene básica, lleva un trasfondo musical muy elaborado, y si la comparamos entre diferentes culturas, hay momentos que incluso se mezcla con el Ska, el Reggae e incluso el Jazz.

Esta vez, las bandas que se encargaron de que cambiemos el concepto de cumbia fueron;

Frente Cumbiero, llegados desde Bogota, Colombia y La Delio Valdez, una orquesta de cumbia colombiana, integrada por músicos, únicamente argentinos.

Ya con un sol en plan de esconderse, el Konex se lo notaba con una muy buena energía, se

observaban personas bailando, e incluso nenes jugando, y de fondo un repertorio musical que incluyó al Reggae, a la Cumbia con orquesta, Ska y algún que otro tema mechado de Cumbia Argentina. Gracias al clima perfecto, las personas podían estar cómodas a la intemperie, mientras en el escenario de adentro se realizaban los últimos arreglos para que el show salga a la perfección.

Una vez dentro, un par de destellos de luces coloridas, personas bailando y una cabeza de

diablo (aunque suene bizarro, gracias a un siniestro juego de luces rojas, quedaba tan único

que funcionaba como marca de estilo del lugar.), crearon el ambiente para que Frente

Cumbiero salga a escena.

Con una puntualidad inmaculada, el escenario se tiñe de un color alegre y una talentosa banda instrumental llega a colmar el espacio con actitud y buena onda. Un ritmo latino y unos particulares y coloridos dibujos provenientes de la pantalla, llenaron el espacio de una vibra bailable y amistosa. Frente Cumbiero, compuesta por cuatro integrantes, entre ellos, dos instrumentos de viento. Sin duda una banda que demuestra mucha sabiduría musical, es de otro mundo lo que cuatro instrumentos y una consola puede lograr. Sin alejarse del estilo

principal, la banda hizo deslices en el Ska e incluso rozó lo psicodélico, con la ayuda de los

extraños sonidos provenientes de la consola; pero sin duda, el saxofón de Marco Fajardo fue lo que más destacó, trayendo ritmos pegadizos, siniestros, alegres e incluso fúnebres por momentos. Si tan solo un instrumento puede transmitir tantas emociones, se evidencia el alto nivel de profesionalismo que maneja la banda.

En definitiva, entre su estilo colorido y alegre, Frente Cumbiero esconde una personalidad más oscura, es contradictorio, pero con la técnica musical que la banda posee, pudieron lograrlo, y de esta manera, traer ritmos nuevos y frescos.

Con un espacio de no más de media hora entre banda y banda, La Delio Valdez sale a escena. Una orquesta de 14 integrantes, trayendo como tema de apertura “Negra, Ron y Velas” de La Rueda del Cumbion con Pedro Rodriguez en la voz. Sin duda un tema con la energía requerida para abrir un show, dejando al público cargado con euforia y listos para el siguiente tema, un instrumental inédito en el que cada instrumento tuvo la oportunidad de lucirse, que funcionó como vía de enganche para “El Niño” de Sonido Subtropical. En esta ocasión Ivonne Guzmán, que anteriormente fue integrante de Bandana, hizo lucir su voz y sus hermosos pasos de baile, con unos movimientos tan acertados y refinados que logró llevarse todas las miradas.

Pedro volvió a ser la voz principal y junto a Ivonne en el coro, comenzó “La Cancioncita” de

Sonido Subtropical. Ya a esta altura era imposible quedarse quieto sin siquiera tambalear el

cuerpo, por más leve que sea, la música y la energía de la banda, incitaba a que las personas bailen.


Foto por Belén Vallejos

“Cumbia Sobre el Mar” de La Delio Valdez, primer álbum de estudio de la banda, comenzó a

sonar, con Black Rodriguez Mendez en la voz, que llevaba un curioso collar de flores junto a un ramo, el que tiró al público al finalizar la canción. “Danza del Uco” de Sonido Subtropical fue el tema siguiente, un instrumental lleno de energía que concluyó en “De Noche Al Amanecer” de Sonido Subtropical, con Manuel Cibrian en la voz, terminando el tema con un apagón y un cierre de set.

La orquesta volvió al escenario y esta vez con una invitada que llega desde Perú; Tilsa Llerena, con un vestido rojo, unos rulos interminables y una poderosa voz, hizo un cover de “El Aguajal”, siguiendo por “La Pollera Colorá” de La Delio Valdez.

Luego de un leve apagón, Ivonne volvió al escenario a lucirse, nuevamente, con “Inocente” de Sonido Subtropical y un refinado cambio de vestuario, esta vez salió a cantar con un vestido que se movía a la son de sus hipnotizantes pasos de baile, siguiendo por “Amnesia Total” y concluyendo con “La Resbalona” ambos de Sonido Subtropical, terminando con un show de percusión.

Pedro volvió a ser la voz en “Por Dios Que No” de La Rueda del Cumbion, siguiendo por

“Anacumbia” un instrumental del mismo álbum, dejando el escenario tibio para que Tilsa

vuelva a escena con “Me Quedo Contigo”, el segundo cover de la noche.

A esta altura el público ya estaba en su salsa, bailando y disfrutando de la majestuosa música que estaba escuchando, pero después de un apagón y con Black en el escenario, empezó a sonar “Joyita Norteña” de Sonido Subtropical, este fue el momento que la noche llegó a su cúspide y las personas gozaban del mejor humor, pues el ambiente lo ameritaba. “Navidad Negra” de La Delio Valdez, también por Black. El público dejó todas sus energías en ese tema, pues la orquesta amenazó con irse y un curioso apagón nos hizo comer el cuento.

Minutos después la orquesta volvió a escena con todos sus integrantes e invitados y “Borracho y Amanecido” de Calentando la Máquina comenzó a sonar. Sin duda un eufórico cierre, no ameritaba menos a semejante fiesta y con un ambiente colmado de energías y emociones, la banda finalmente se despide, dejándonos deseosos de más música, aunque lo que más llama la atención de la banda, es el ambiente festivo que genera. Sin duda una opción divertida y de calidad.

Por Luca Martino

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