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Polirock 2018: lxs pibxs se suben al escenario


Fotos por: Cami Roldán y Joa para Prensa CEP

El sábado 9 de junio tuvo lugar una nueva edición del Polirock, un festival de bandas organizado por el centro de estudiantes del Instituto Politécnico Superior de Rosario  Bajo un cielo gris, lxs pibxs del “Poli” empezaron a llegar desde las 15:30 para disfrutar de una tarde-noche a pura música.

Alrededor de las 16, subió la primera banda, Huracán, que marcó la nota de lo que sería el festival. Formado por un bajista y un baterista, el dúo nos sorprendió con una propuesta diferente: un estilo musical con influencias del funk, el rap y el rock y letras cargadas de contenido político. “Este va dedicado a la policía” sentenció el cantante antes de sumergirse en un canción contra la violencia policial que, en concordancia con los tiempos que corren, nos decía “negar la realidad/eso prefieren”.

Acto seguido, nos deleitaron los chicos de Tribù. La banda presentó temas propios como “Movete” y “Estarás” que pivotan entre el rock nacional al estilo de Los Piojos y algunos sonidos más pesados que recuerdan a Metallica. “Con las letras que hacemos tratamos de dejar un mensaje” aseguró el cantante, quien, carismático, interactuó con el público durante todo el set. Entre temas propios como “Ojos de cristal”, que nos emocionó a todos con su solo de guitarra, incluyeron covers de rock italiano y de rock nacional, para cerrar con el clásico de Ciro y Los Persas, “Astros”.

En el descanso previo a la siguiente banda, lxs chicxs del CEP (Centro de estudiantes del Politécnico) recordaron que se cumplen cien años de la Reforma Universitaria y reclamaron, como vienen haciendo desde hace tiempo, la necesaria ciudadanía universitaria para las escuelas medias de la Universidad Nacional de Rosario.

A continuación, los chicos de Empanada de Pollo se animaron a hacer covers de clásicos del rock como “Love will tear us apart” de Joy Division, “Money” de Pink Floyd y, en una nota más moderna, “When the sun goes down” de los Arctic Monkeys.


La vibra rockera se tornó más punky con la siguiente banda, Cabeza de Tortuga, que nos sacudió con un breve pero intenso set con temas que desplegaron toda el enojo, la ironía e incluso el humor, propio del punk rock. La última canción, “Fideos con sangre”, coqueteó con influencias del ska que pusieron al público a saltar.

Una de las actuaciones más esperadas fue la de Batería a Destiempo, una banda con cierta trayectoria en Rosario, a pesar de la corta edad de sus integrantes. El sábado recorrieron los temas de su EP, Camaleón, que incluye canciones como “Pasar” y la impresionante “Aflicción”, que crea un atmósfera tan melancólica como la letra que dice “A veces pienso/Que el universo/Es tan solo una ilusión”.

El rap tuvo su momento de brillar de la mano de Joaquín García, que arrancó su actuación con un impresionante tema que trataba sobre la historia de su abuelo, que fue perseguido durante la última Dictadura, y la culminó con una dedicatoria “a las pibas” de una canción sobre el movimiento feminista.

Las últimas tres bandas desplegaron estilos musicales distintos. En primer lugar, Avestruz en el Sillón generó una atmósfera más lo-fi con covers como “Oceans” de Seafret, el clásico “Wish you were here” de Pink Floyd y temas propios que incluyeron “Confiar”, una zamba con aires más contemporáneos, y una apuesta más experimental con “Living Room”, una pieza puramente instrumental.

El sonido se tornó más pesado con Andrajo. Con una dinámica grupal sólida y aceitada, el grupo nos trajo, en palabras del vocalista, un “rock sucio y apestoso”, con temas clásicos de Pappo como “El viejo” y “Gato de la calle negra” pero también con creaciones propias, con fuertes raíces del blues y el hard rock.

Antes de la última banda, el feminismo, que pudo verse toda la tarde en los innumerables pañuelos verdes que pululaban tanto abajo como arriba del escenario, volvió a tomar la palabra de la mano de un grupo de chicas que leyeron un poema, profundamente emotivo y combativo, que nació a la luz y el calor del último 3 de junio.

El Polirock culminó con la propuesta indie de Saint Louis, que nos trajo covers de los Red Hot Chilli Peppers, los Arctic Monkeys y una seguidilla de canciones de su propia autoría, que sorprendieron con las armonías vocales entre el guitarrista y el tecladista, y su sonido envolvente, capaz de crear una atmósfera propia del mejor indie rock.


Por Leonela Esteve

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